Deisy
— Se pudo salvar mi vida —
Buenas tardes y saludos. Tengo 35 años y hace 15 días me hospitalizaron por preeclampsia. Tenía 24 semanas de embarazo y me dijeron que tenían que parar el embarazo porque era mi vida o la de mi bebé.
Buenas tardes y saludos. Tengo 35 años y hace 15 días me hospitalizaron por preeclampsia. Tenía 24 semanas de embarazo y me dijeron que tenían que parar el embarazo porque era mi vida o la de mi bebé.
El pasado día 23 de septiembre se celebró, en el Aula Magna de la Universidad Francisco de Vitoria en Madrid, la Jornada de Actualización en Insuficiencia Placentaria, organizada conjuntamente por la Fundación iMaterna y por la Fundación para el Progreso de la Educación y la Salud, con un excelente nivel de participación.
La insuficiencia placentaria es un síndrome complejo que aparece hasta en un 10% de los embarazos y, aunque no existe una definición estandarizada, constituye una de las principales causas de morbimortalidad maternofetal. Entre sus manifestaciones clínicas, se incluyen la preeclampsia, el retraso del crecimiento o la muerte fetal.
Le invitamos a unirse a la
JORNADA DE ACTUALIZACIÓN EN INSUFICIENCIA PLACENTARIA
Viernes 23 de septiembre 2022
09.00-17.30 h (Horario de España)
Desde la Fundación iMaterna y la Fundación para el Progreso de la Educación y la Salud, FPES, en nuestro objetivo de fomentar la excelencia en la formación de los profesionales en Medicina Materno Fetal, hemos organizado una Jornada de Actualización en Insuficiencia Placentaria, que se celebrará el próximo 23 de septiembre en la Universidad Francisco de Vitoria (Madrid).
Mi hijo nació en la semana 41 de gestación tras un parto inducido que acabó con cesárea de urgencia por riesgo de pérdida de bienestar fetal. Hasta ese momento, e incluso durante mi ingreso hospitalario tras la cesárea, mis cifras tensionales habían sido correctas.
Hola, encontré este blog y no quise quedarme sin contar mi historia. Yo actualmente tengo 3 meses y 18 días que tuve a mi bebé por medio de una cesárea de emergencia.
Todo iba bien en casi todo mi embarazo. Mis controles salían bien, en ningún momento nada me salía mal. Hasta que más o menos a las 37 semanas se me empezaron a hinchar los pies de tal forma que ya los zapatos no me quedaban; las manos también se me hincharon; amanecía con las manos dormidas; se me engatillaron 2 dedos de mi mano derecha (estaban tan tensos que no los podía doblar). Todo eso se lo comenté a la doctora y ella me decía que era normal porque ya estaba en mis últimas semanas…
Tuve mi primer embarazo a los 28 años. Era una buena época cuándo me enteré, pero poco a poco todo en mi vida fue empeorando.
Estaba en último semestre de la universidad, el más costoso y el más difícil. Al mes de enterarnos del embarazo, mi esposo perdió el trabajo y como recién me habían contratado en mi empresa, la vida al interior fue difícil porque pareció que a propósito había quedado embarazada para conseguir tiempo libre y dinero sin hacer nada en la compañía.
Quedé embaraza a los 19 años y desde mis primeras consultas prenatales me decían que tenía la presión un poco alta pero que todo estaba bien. Cada mes subía mucho de peso, me decían que debía cuidar mi alimentación y tenía fuertes dolores de espalda pero decían que era por “el peso de mi bebé”. Los pies se me hinchaban tanto que no me quedaban los zapatos, cosa que le atribuían a que estaba muy gordita (hinchada).
Hola a todas. Les dejaré mi testimonio para que éste genere fe y esperanza en muchas de ustedes, porque sé lo que están pasando, y por ende, también sé lo motivador que puede ser leer algo esperanzador.
Mi primer embarazo fue inesperado. En ese momento yo me encontraba trabajando y a la vez estudiaba. Era más o menos joven y me encontraba en una difícil etapa de mi vida, ya que mi abuelita materna, quien me crió, estaba complicada de salud y en la última etapa de su vida.
En mi primera visita al ginecólogo, todo parecía bien excepto por una pequeña infección urinaria, la cual pude controlar con antibióticos.
Hola, mi nombre es Noelia. Actualmente tengo 35 años y hace dos años que nació mi hija Alma.
Mi historia es la siguiente. Desde que supe que estaba embarazada todo iba muy bien y yo me encontraba estupendamente, pero alrededor de las 24 semanas empecé con dolores muy fuertes de cabeza, desde que me levantaba de la cama no se iban hasta que me iba acostar y así sucesivamente todos los días.
Mi nombre es Rosana. Tuve mi 3º embarazo a los 23 años y pasé un embarazo totalmente diferente a los otros. Mi presión parecía normal, pero estaba totalmente hinchada después de las 25 semanas. Cuando tuve a mi nena, mi presión arterial aumentó enormemente. Gracias a dios no le paso nada a mi nena. No me dijeron que tuve preeclampsia.
Ahora tengo 27 y estando embarazada de 26 semanas tenía todo los controles normales. Le había comentado a mi doctor sobre la presión que había tenido con mi nena anterior.